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LÉELO Y PÁSALO _ En la Escuela tienes a los mejores profesores

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En la Escuela tienes a los mejores profesores. Cualquiera puede ir a escucharlos, no importa curso ni horario. No pasan lista.

Se sabe inmediatamente que son los mejores, porque siempre están cuando los necesitas-apenas llegas y ya están a punto de empezar, sin faltar ni un día, sin llegar nunca tarde-. porque hablan a tu nivel-no son de esos que esconden su inseguridad tras un lenguaje oscuro. Y porque, como más sabes, más te dicen. Nunca se cansan de dar clase, no envejecen, no tienen la cabeza puesta en el despacho o en el escalafón. No conspiran entre ellos. Solo viven para enseñarte arquitectura.

¿Que de cual Escuela estoy hablando? De la tuya.


¿Que quienes son esos rara avis? No, no son ninguna minoría, son, al contrario, la mayoría de tus profesores. ¿Quieres nombres? ¿El curso acaba y aún no has apuntado sus nombres en el horario?
Son Le Corbusier, Aalto, Siza, Wright, Mies, Loos, Ruskin, Hedjuk, Smithson... Esa es la gente que da clase en tu Escuela. ¿No lo sabías? Sí: te están esperando en la biblioteca, para darte clases particulares.(1)
 Cada día al llegar a la Escuela, decidete: -"¿Con quien voy hoy a clase, con Aalto o con el de Urbanismo, el de Proyectos, el de Historia...?"
 Escoge. Deserta las aulas. no vayas a clase. que queden vacias. Ve a la biblioteca -ellos te esperan.


 
"Sí, y cuando me tenga que examinar,¿que pasa?"

Entiéndeme. Tus profesores de la biblioteca no son mejores porque sepan mas de arquitectura, porque hagan mejor arquitectura que tus profesores de carne, huesos y halitosis. Eso sería relativamente sencillo.

Son mejores porque te enseñan mejor, porque con ellos aprendes más, te vuelves mas sabio, puedes más.

Y este es el segundo motivo para aprender. No sé si te lo sabré explicar bien. Mas que un motivo es un instinto. es un impulso, que hace que te entren ganas y rabia por llegar a aprender, por saber. Procede del siguiente modo: Tu estás en clase, y oyes una voz que desde la pizarra va hablando del hormigon, de los ensanches urbanos, de una silla de Rietveld... Y te dices -"¡No podría hacer callar a este imbecil! ¡Como se atreve a hablar, si no sabe lo que dice! ¡Ahora yo debería levantarme y decirle todo lo que no sabe!" Y te entran unas ganas irrefrenables de saber mucho de hormigón, de la ciudad del XIX, de Rietveld, por respeto a los posibles profesores cuyo puesto está ocupado por ése que habla, por respeto a tus compañeros, por respeto a tí mismo, por odio a tus compañeros -que toman apuntes-, por odio a ti mismo -que estás callado-, por odio a tu profesor -que sigue hablando.

Creo que sin ese punto de irritación, de intransigencia, de odio, no hay aprendizaje.

Si te asusta el término y crees que eres cristiano, sustituye "odio" por "estímulo de competencia constructiva" -aunque si eres cristiano, recordarás a aquél que decía (Mat. 10,34-36): "No fueseis a pensar que he venido a traer la paz a la tierra. No he venido a traer la paz, sino la espada. Porque he venido a separar al hombre contra su padre y a la hija contra su madre, a la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre serán sus familiares".(2)

Yo lo hice así con mis profesores -entiendo, por tanto que así puedas hacerlo tú tambien, y contigo cualquiera, ahora.

(1995)


extraído del libro "Pasado a limpio II", Josep Quetglas, Colección Pre-Textos


Notas
1 Tienen otra ventaja: son más economicos. ¿Sabes cuántas ediciones de las obras completas de Wright, Mies, Aalto y Le Corbusier, juntos, podrían comprarse con el sueldo anual de uno solo de tus profesores de los de nómina?
2 En Lucas 12, 51-33, hay más: "¿Pensais que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino mas bien a traer división. Porque, desde ahora, habrá cinco en una misma casa y vivirán divididos, tres contra dos y dos contra tres. Se dividirán padre contra hijo e hijo contra padre, madre contra la hija e hija contra la madre, suegra contra la nuera y nuera contra la suegra".

BIBLIOGRAFÍA NECESARIA _ Arquitectura del Siglo XX

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Hacia una arquitectura _ Le Corbusier


Vers une architecture, editado por primera vez en París, en 1923, y ampliado en las sucesivas ediciones hasta 1928, recoge los artículos escritos para la revista L’Esprit Nouveau, publicada entre 1920 y 1925, y dirigida por Paul Dermée, en origen, y después por Amedée Ozenfant y el propio Le Corbusier. Estos artículos y manifiestos alimentaron también otros libros sucesivos, a los que dan ahora unidad: L’Art décoratif d’aujourd’hui, La Peinture moderne, Urbanisme, publicados en 1925; Une Maison, Un palais, en 1928; Précisions sur un état présent de l’architecture et de l’urbanisme, en 1930, y Croisade ou le Crépuscule des Académies, en 1933. Colección de escritos que se centró en la crítica implacable hacia la arquitectura académica, y toma su fuerza de la convicción de una necesidad absoluta y urgente de renovación constructiva. 
 Vers une architecture, como primer libro de la serie, contiene las premisas de esta renovación que es también revolución: construir la casa herramienta, la máquina de habitar, recuperar la escala humana, siguiendo el modelo sincero de la técnica del ingeniero, servir, pero sin el abandono de la premisa propia de la arquitectura, conmover. Sentido práctico y creatividad, norma y armonía, el texto va trazando lo que será constante en toda la obra de Le Corbusier: una forma de realismo crudo y despojado de retórica, que libera para el futuro las máximas aspiraciones de creación del espíritu humano.


El lenguaje clásico de la arquitectura _ John Summerson



Estos análisis sobre el lenguaje de la arquitectura se dirigen "a todos aquellos que aprecian lo suficiente la arquitectura para empezar a reflexionar sobre ella en lugar de limitarse a su contemplación".

El tema es el lenguaje clásico:
Summerson se pregunta cómo las formas y maneras heredadas de Roma han sido utilizadas desde el Renaciemiento hasta la época moderna, qué desarrollo y evolución han tenido en los diferentes momentos del pensamiento y de la práctica durante cinco siglos de arquitectura. Con un lenguje sencillo, si bien rico en indicaciones y sugerencias, Summerson entra de lleno en los aspectos históricos y formales del lenguaje arquitectónico (las ideas, los problemas, las soluciones, las funciones), hasta mostrar con ejemplos las existencia y evolución de un pensamiento arquitectónico que parte de la "categoría" de clasicismo.  En la parte final el autor señala cómo la misma metodología racional de la arquitectura más reciente enlaza con aquel modelo del que recibe estímulo y herencia.

Historia crítica de la arquitectura moderna _ Kenneth Frampton 

 

Desde su primera edición en 1980, la Historia crítica de la arquitectura moderna de Kenneth Frampton se ha convertido en un clásico imprescindible dentro de la bibliografía académica sobre historia de la arquitectura moderna. En esta cuarta edición, el autor ha añadido un importante capítulo final que indaga en los efectos de la globalización en la arquitectura contemporánea de los últimos años, en el fenómeno de los arquitectos estrella y en cómo las prácticas de todo el mundo han dirigido su foco de atención hacia los problemas de la sostenibilidad y del hábitat.

Kenneth Frampton (1930) estudió arquitectura en la Architectural Association de Londres y ha sido profesor en universidades de todo el mundo. Actualmente es profesor de la cátedra Ware de Columbia University (Nueva York). Es autor de numerosos libros y ensayos sobre historia y teoría de la arquitectura, entre los que se encuentran sus más recientes Estudios sobre cultura tectónica (1995) y la recopilación de ensayos Labour, work and architecture (2002).


Historia de la arquitectura moderna _ Leonardo Benevo

 

Historia de la arquitectura moderna de Leonardo Benevolo se ha convertido en un etapa imprescindible del aprendizaje para cualquier estudiante de arquitectura y en una obra de consulta y de referencia indispensable para cualquier arquitecto. Tras varias ediciones revisadas y aumentadas no ha perdido su actualidad. Sigue siendo la mejor biografía de los últimos dos siglos de la arquitectura y de su contexto histórico y social. Benevolo estudia la evolución de los distintos movimientos y tendencias no sólo describiendo las obras y los proyectos más emblemáticos, sino también la influencia que sobre la arquitectura han ejercido el desarrollo de la técnica y la industria, la aparición de los movimientos de vanguardia, los cambios socioeconómicos y las transformaciones políticas.

En esta 8ª edición revisada y ampliada se completan diferentes capítulos con los acontecimientos arquitectónicos más recientes. Se incluyen obras finalizadas en los últimos años del siglo como el Comerzbank y el nuevo aeropuerto de Hong Kong de Norman Foster, el centro cultural Jean-Marie Tijbaou en Noumea y la Potsdamerplatz de Renzo Piano, el Museo de Guggenheim en Bilbao de Frank Gehry, la Fundación Getty en Los Angeles de Richard Meier, la termas de Vals de Peter Zumthor. Asimismo, Benevolo incluye en esta nueva edición una "Reflexión final", capítulo en el que realiza un recorrido sintético que, desde la distancia en el tiempo, permite valorar con una nueva perspectiva qué ha supuesto para la arquitectura la irrupción de la modernidad y qué camino queda abierto para el futuro.
Leonardo Benevolo (Orta, 1926) ha sido uno de los principales historiadores de la arquitectura de la segunda mitad del siglo XX. Profesor en la universidades de Roma, Florencia, Venecia y Columbia, entre su obras destacan la clásica zi>Historia de la arquitectura moderna e Historia de la arquitectura del Renacimiento.

La arquitectura moderna.Una historia desapasionada _ Alan Colquhoun


Este nuevo estudio de la arquitectura moderna internacional analiza las complejas motivaciones que impulsaron este movimiento revolucionario y valora sus triunfos y sus fracasos. Se reexamina asimismo la obra de los principales arquitectos del período, como Frank Lloyd Wright, Adolf Loos, Le Corbusier y Mies van der Rohe, a la vez que se arroja nueva luz sobre su papel como maestros reconocidos.
Alan Colquhoun analiza la evolución de este movimiento desde el art noveau en la década de 1890 hasta las megaestructuras de la de 1960, poniendo así de manifiesto las exigencias, a menudo contradictorias, de la forma, la función, el compromiso social, la modernidad y la tradición.
Alan Colquhoun nació en 1921 y estudió arquitectura en Edimburgo y Londres. Trabajó en colaboración con J.H. Miller desde 1961 hasta 1988. Actualmente es profesor emérito en la escuela de arquitectura de Princeton University.
Entre otras de sus publicaciones se cuentan Arquitectura moderna y cambio histórico: ensayos 1962-1976 (Barcelona 1978), obra ya agotada y editada también por Editorial Gustavo Gili, y Modernidad y tradición clásica: ensayos sobre crítica arquitectónica (Ediciones Júcar, Madrid/Gijón, 1991).

La arquitectura moderna desde 1900 _ William J.R.Curtis



Terera edición de la guía clásica de la arquitectura del siglo XX de Curtis revisda y ampliada, con siete capítulos completamente nuevos e información sobre la arquitectura más reciente del mundo.
Incluye 35 capítulos y más de 800 ilustraciones, además de una bibliografía y notas actualizadas.
La asombrosa capacidad analítica de Curtis aúna los avances técnicos, económicos, sociales e intelectuales , y arroja nueva luz sobre la identidad regional.
Un libro básico para comprender la arquitectura moderna.

William J R Curtis ha recibido reconocimiento internacional por sus publicaciones sobre arquitectua. Dos de ellas son Le Corbusier: Ideas and Forms y Denys Lasdun, ambas editadas por Phaidon.


Consejos a un joven arquitecto _ Frank Lloyd Wright

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"Considera tan importante el construir un gallinero como una catedral.
El caracter puedo ser grande en lo pequeño y pequeño en lo grande."

Olvida a los arquitectos del mundo entero, salvo como algo elogiable,
a su manera y en su tiempo.

No te embarques en la arquitectura como medio de ganar la vida, salvo
si te gusta la arquitectura y si estás preparado para serle fiel como
a tu madre, a tu camarada o a ti mismo.

Desconfía de las escuelas de arquitectura, salvo como interpretes de
la ciencia del ingeniero.

Aprende a distinguir lo curioso de lo bello.

Desconfía como del veneno de la idea americana del "time is money",
llegar a la profesión medio preparado es vender tu derecho de nacimiento como arquitecto por nada, o morir pretendiendo que eres arquitecto.

Considera tan importante el construir un gallinero como una catedral.
El caracter puedo ser grande en lo pequeño y pequeño en lo grande.

No participes en ningún concurso de arquitectura, salvo en el caso de
que seas un debutante. Ningún concurso ha dado nunca al mundo nada de
bueno. El jurado forma ya en sí mismo una media. Lo primero que hace
un jurado es mirar todos los dibujos y arrojar los mejores y los
peores, ya que, puesto que representa la mediana de los arquitectos,
no puede hacer una media más que sobre proyectos medianos.

No es preciso comercializarlo todo en la vida, bajo pretexto de que
tu destino es vivir en la edad de la maquina. La arquitectura marcha
hoy por las calles como una prostituta, ya que encontrar un cliente
se ha convertido en el primer principio del arquitecto.
En arquitectura, es el trabajo quien debe venir a buscar al arquitecto y
no el arquitecto quien debe encontrar el trabajo. En arte, el trabajo
y el hombre son amigos. No pueden ni venderse ni comprarse el uno al
otro.

(Extractos de "Modern architecture", 1931, publicado en "Writing and
buildings" de F. Lloyd Wright, Meridian Books, Nova York)

FRANCISCO JAVIER SAENZ DE OIZA _ Aproximación a la obra

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‘Lo más importante que tiene que saber un estudiante que sale de la escuela es qué es y qué no es arquitectura.’
    Basílica de Nuestra Señora de Arántzazu (1950-1954)

Aproximación a la obra del arquitecto Saenz de Oiza y al proceso de creación en la arquitectura, desde el croquis a la obra construida. Oiza está considerado como uno de los mejores arquitectos de la España contemporánea.
Monográfico dedicado al arquitecto Francisco Javier Saenz de Oiza, fallecido, en el 2000, en el que habla de su obra, de los arquitectos más famosos del siglo. Entre sus obras más famosas está el palacio de festivales de Cantabria el edificio BBV, Torres Blancas o la Basílica de Aranzazu.

ENLACE: rtve.tres-arquitecturas-saenz-oiza
22 nov 1990

LA FORMA SIGUE A LA FUNCION

Recuerdos de un grandísimo arquitecto *

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José Antonio Coderch, un tipo al que respetaban cuatro gatos: dos aristócratas medio arruinados. y los otros dos extrañamente apasionados por la buena arquitectura.

José Antonio Coderch, un individualista acérrimo, un excepcional representante de los agonizantes valores morales de la derecha, un personaje –como Pla, como Dalí, como Borges, Nabokov o Ionesco– lógicamente inexplicable e incómodo para la inteligenzia progresista.
Inteligenzia que, aun estando totalmente marginada e incluso perseguida por los poderes públicos, tenía un tremendo peso en el mundo cultural, una hegemonía casi total, mucho antes de la muerte del dictador; por más que todos en el extranjero, y muchos aquí se empeñen en olvidarlo.

José Antonio Coderch, al que hoy se le pasan por alto estas obsesiones trasnochadas, del que hoy hablamos bien casi todos los arquitectos, pero... un desconocido del gran público, sin una digna monografía sobre su brillantísima obra –a la que se han dedicado menos páginas couché que a la de cualquier joven minimalista–, que en la encuesta de un importante periódico local sobre el arquitecto más representativo del siglo, no sólo queda muy por detrás de las vedettes internacionales sino también de alguna de aquí.

Y, sin embargo, José Antonio Coderch fue, no sólo un maestro, el mejor arquitecto español desde la guerra hasta ahora, sino también una referencia permanente para los que le conocimos, un loco peligroso pero apasionado y apasionante, con aquel místico atractivo físico, con su aire de castellano viejo, con su eterno blazier y sus pantalones de franela gris, con aquellos ojos penetrantes que nos atemorizaban. En nuestra época de estudiantes lo idolatrábamos, no sólo el No son genios lo que necesitamos ahora (uno de sus poquísimos textos programáticos) era nuestra Biblia, sino quecalzábamos los mismos Clarks, fumábamos el mismo tabaco Three Nuns en las mismas pipas Peterson, que nos parecían un prodigio de diseño, nos alumbrábamos –poco, todo hay que decirlo– con su famosa lámpara de madera... e incluso intentábamos proyectar como él. Alguno, como Pep Bonet, tenía el privilegio de trabajar en su estudio; otros, como Lluís Clotet y yo, lo teníamos de trabajar con su mejor alumno: Federico Correa.

Casa Senillosa. Cadaquès (Girona) 1956
Fotgrafía: Català-Roca

En el estudio de Federico y Alfonso Milá, José Antonio era una autoridad indiscutible; muchos proyectos, en particular los de Cadaqués, evidenciaban la influencia del maestro, e incluso realizábamos el diseño interior de algunas de sus obras. (Esta admiración se enfrió irreversiblemente cuando Federico fue expulsado de su cargo de profesor en la Escuela de Arquitectura de Barcelona por un motivo político –creo que por negarse a firmar su acatamiento a los Principios Fundamentales del Movimiento, o por apoyar un manifiesto estudiantil, o algo así– y el entonces director, Roberto Terradas, ante el problema grave de sustituirlo –ya que Federico gozaba de un enorme prestigio entre los alumnos– intentó convencer a Coderch, el indiscutible maestro del mismo profesor expulsado. Y Coderch aceptó. Nunca se me olvidará la incredulidad de Federico ante la noticia, ni su llamada telefónica a José Antonio, ni su desconsuelo cuando éste le confirmó el hecho, motivado, según él, por la actitud pusilánime, de auténtico compañero de viaje, de Federico con respecto a los comunistas.)

Algunos de los consejos ‘coderchianos’ a la hora de proyectar no se me han olvidado, los he seguido a lo largo de mi carrera con absoluto convencimiento, han perdurado a través de las modas excluyentes y, a estas alturas, ya no es momento de sacármelos de encima. Hay que huir de la mierda: si sorteas todo aquello que te parece horrible alcanzarás inevitablemente la excelencia. No pretendas intelectualizar demasiado tu acto creativo: se aprende mucho antes a ir en bicicleta que a entender el principio físico que te sustenta. La inteligencia está al alcance de cualquier imbécil. No hay buenos y malos materiales de construcción, sólo hay materiales bien empleados y materiales mal empleados. Donde hay hierro, yerro hay. El cliente tiene todo el derecho a pedirnos algo que a nosotros nos parece horrible, no podemos descalificarlo por ello, pero le podemos decir con toda sinceridad que no se lo sabríamos hacer. Nunca es tarde para modificar un proyecto: aunque hayamos hecho esperar a los sufridos clientes durante años para comenzarlo, y hayamos tardado otro año en hacerlo, ahora que ya vienen camino del estudio para recogerlo, me doy cuenta que se puede mejorar, mejor dicho, que es una mierda, o sea que vamos a romperlo antes de que lleguen y lo volvemos a empezar.


Pero no sólo recuerdo estos consejos. También recuerdo actitudes quijotescas, muchas veces autoritarias e intransigentes –como muchas del ingenioso hidalgo, por cierto–, pero otras tan ejemplares que, vistas hoy, resultan casi incomprensibles. Citaré solo dos. Un año formó parte del jurado que debía otorgar unos premios FAD de arquitectura, jurado que estaba decidido a premiar un edificio de la Seat junto a la plaza Cerdá; un edificio vidriado del más ortodoxo y provinciano estilo internacional, cuya reciente reforma ha provocado una ligera polémica. José Antonio exigió a aquel jurado que, en el caso de que la obra resultase ganadora, constase en el acta su más radical desacuerdo, pues en modo alguno podía apadrinar el absurdo de una fachada totalmente vidriada –con el precio de construcción, control térmico y mantenimiento que esto significaba– para encerrar un almacén de coches. Poco antes de morir, estando él ya muy enfermo, lo visité en su casa, situada sobre el estudio, en la plaza Calvó, de la que ya no salía. Entonces, entre otras historias delirantes, me explicó, bastante indignado, que el político Trías Fargas le había preguntado sí aceptaría la Creu de Sant Jordi que la Generalitat estaba dispuesta a otorgarle. Ante mi desconcierto por su irritación, me reprodujo su respuesta; que qué se habían creído, que si consideraban que no se la merecía que no se la ofreciesen, y que si se la merecía, que se arriesgasen a que él la rechazase.

Ambas anécdotas definen a este personaje irrepetible, personaje que no imagino cómo podría sobrevivir hoy, en este mundo políticamente correcto, en este oasis catalán que nos envuelve, en la trama de compromisos en la que todos nos hemos enredado.
Yo, como todos, también tenía mi lámpara Coderch, y le pedí al maestro que me la dedicase. Mi lámpara, como todas, se acabó astillando allí donde la veta paralela de la madera se intersecciona con la curva del corte, pero conservé la pala con la dedicatoria del maestro. Está aquí, en una vitrina de mi estudio, muy amarilleada, con la dedicatoria apenas legible. Dice así: “A pesar de los pesares jugar limpio vale la pena. Con todo afecto. José Antonio Coderch.”

* OSCAR TUSQUETS _ Mayo 2000
El País/Quadern. Serie “Els quatre gats”.
Recuerdos de un grandísimo arquitecto.

JOSE ANTONIO CODERCH _ En papel (II)

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Este número de 2G presenta una colección de casas construidas por José Antonio Coderch. Son 1 + 10 casas, ya que la casa Ugalde, la gran obra que marca el inicio de su madurez, destaca sobre todas las demás. En ella Coderch no sólo abraza definitivamente el lenguaje de la arquitectura moderna, matizado por su respeto al contexto, sino que pone a punto su propia concepción espacial de casa en la naturaleza. Es el prototipo experimental de las siguientas casas que, al ordenar esas intuiciones, ya no repiten los trazos libres de la primera.

2G Nº 33: JOSE ANTONIO CODERCH (En papel)KENNETH FRAMPTON, GUSTAVO GILI, 2005

ENLACE :PDF REVISTA 2G _ JOSÉ ANTONIO CODERCH

Enseñar Arquitectura, Aprender Aquitectura _ PETER ZUMTHOR

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“(…) Lo primero que se les ha de explicar es que no se encontrarán con ningún maestro que plantee preguntas ante las cuales él sepa de antemano la respuesta. Hacer arquitectura significa plantearse uno mismo preguntas, significa hallar, con el apoyo de los profesores, una respuesta propia mediante una serie de aproximaciones y movimientos circulares. Una y otra vez.”
“(…) Nos preguntamos qué es lo que entonces nos gustó, nos impresionó, nos conmovió en esa casa, en esa ciudad, y porqué. Cómo estaba dispuesto el espacio, el lugar, que aspecto tenía, que olor había en el ambiente, cómo sonaban mis pasos, cómo resonaba mi voz, cómo sentía el suelo bajo mis pies, el picaporte bajo mi mano, cómo era la luz sobre las fachadas, el brillo de las paredes. ¿Era una sensación de estrechez o de amplitud, de intimidad o vastedad?”
“(…)  Pensar en imágenes al proyectar algo entraña siempre pensar en la totalidad. Pues, por su naturaleza, la imagen muestra siempre la estructura total del sector de la realidad imaginada objeto de consideración, como, por ejemplo, la pared y el suelo, el techo y los materiales, la atmósfera luminosa y la tonalidad de un espacio. E incluso, igual que en el cine, vemos todos los detalles en la transición del suelo a la pared y de la pared a la ventana.”

Conferencia escrita en septiembre de 1996 y pronunciada en la Accademia di Architettura, Mendrisio, Suiza.



Publicado en “Pensar la Arquitectura” DE LA editorial Gustavo Gili.

ESCENES QUOTIDIANES _ Flores & Prats arquitectes

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Conferència dels arquitectes Ricardo Flores i Eva Prats: "ESCENES QUOTIDIANES", el proper dijous 8 de març a les 12:00 h. Aula A1 _ ETSALS Tarragona.



web: flores_prats arquitectes

ADOLF LOOS _ Ornamento y delito (1908)

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Articulo realizado en 1908 por Adolf Loos llamado "ornamento y delito" en el que carga contra las artes decorativas. Se trata de un texto imprescindible para entender la evolución de la arquitectura moderna.



El embrión humano, en el seno materno, pasa por todas las fases de desarollo del reino animal. -Cuando nace un ser humano-, sus sensaciones son iguales a las de un perro recién nacido: Durante su infancia se producen diversos cambios que se corresponden con las transformaciones ocurridas en la historia de la humanidad: a los dos años lo ve todo como un papúa; a los cuatro, como un germano; a los seis, como Sócrates y; a los ocho, como Voltaire. Cuando tiene ocho años percibe el violeta, color que fue descubierto en el siglo XVIII, pues antes el violeta era azul y el púrpura, rojo. El fisico señala hoy en día que hay otros colores en el espectro solar, que ya tienen nombre, pero comprenderlo se reserva al hombre del futuro.

El niño es amoral. El papúa también lo es para nosotros. El papúa despedaza a sus enemigos y los devora. No es un delincuente. Sin embargo, cuando el hombre moderno despedaza y devora a alguien, es un delincuente o un degenerado. El papúa cubre de tatuajes su piel, su barca, su remo, en fin, casi todo lo que tiene a su alcance, y no es un delincuente. El hombre moderno que se tatúa es un delincuente o un degenerado. Hay cárceles en las que el ochenta por ciento de los presos llevan un tatuaje. Los tatuados que no están detenidos son delincuentes latentes o aristócratas degenerados. Si un tatuado muere en libertad, esto significa que ha muerto antes de cometer un asesinato.

El impulso de ornamentarse el rostro y todo lo que se tiene alalcance es el primer origen de las artes plásticas, es el balbuceo de la pintura: todo arte es erótico.

El primer ornamento que nació, la cruz, tuvo un origen erótico. Es la primera obra maestra, la primera creación artística con la que el primer artista embadurnó la pared para liberarse de la energía sobrante. Una línea horizontal: la mujer que yace. Una línea vertical: el hombre que la penetra. El hombre que la creó sintió el mismo impulso que Beethoven, se encontraba en el mismo cielo en el que éste compuso la Novena.

Pero el hombre de nuestro tiempo que, a causa de un impulso interior pintarrajea las paredes con símbolos eróticos, es un delincuente o un degenerado. Es natural 'que sea en los retretes dónde este impulso acometa a las personas con tales manifestaciones de degeneración. Se puede medir el grado de civilización de un país atendiendo a la cantidad de garabatos pintados en las paredes de sus letrinas. Para el niño.garabatear es un fenómeno natural: su primera manifestación artística consiste en garabatear símbolos eróticos en las paredes. Sin embargo, lo que es natural en el papúa y en los niños, en el hombre moderno resulta ser degeneración. Descubrí lo siguiente y se lo comuniqué al mundo: La evolución cultural equivale a eliminar el ornamento del objeto de uso cotidiano. Creía con ello entregarle al mundo algo nuevo por lo que alegrarse, algo que no me ha agradecido. Lagente estaba triste y andaba cabizbaja. Lo que les preocupaba era saber que ya no se podía crear un ornamento nuevo. ¿Cómo es posible que sólo nosotros, los hombres des siglo XIX, no seamos capaces de hacer lo que sabe hacer cualquier negro, lo que han sabido hacer todos los pueblos en todas las épocas anteriores a la nuestra?

Todo lo que lo que el género humano había creado miles de años atrás .sin ornamentos, fue rechazado sin contemplaciones y destruído. No poseemos bancos de carpinteros de la época carolingia, pero el menor objeto carente de valor que estuviese mínima mente ornamentado se conservó, se limpió cuidadosamente y se erigieron palacios suntuosos para albergarlos. Los hombres entonces paseaban entristecidos ante las vitrinas, avergonzándose de su propia impotencia. Cada época ha tenido un estilo, ¿sólo la nuestra se quedará sin uno propio?. Con estilo se hacía referencia al ornamento. Por tanto clije: "No lloréis. La grandeza de nuestra época raclica en el hecho de que es incapaz de crear un ornameto nuevo.,Hemos vencido al ornamento. Hemos decidido finalmente prescindir de él. ¡Observad! ¡Se acerca el momento en el que las calles de las ciudades brillarán como muros blancos! Como Sión, la ciudad santa, la capital del cielo. Entonces lo habremos conseguido.

Pero hay malos espíritus que no lo toleran. A su juicio, la humanidad debería seguir esclavizada por el ornamento. El hombre había alcanzado tal grado de desarrollo, que el ornamento ya no le deleitaba, que el rostro tatuado del papúa no aumentaba la sensación estética, sino que la hacía disminuir..Tal grado de desarrollo, que se alegraba al ver una pitillera lisa y que era capaz de comprársela aunque pudies.e obtener una ornamentada por el mismo precio. Estaban contentos con sus ropas y se alegraban de no tener que vagar por el mundo vestidos como monos de fería llevando pantalones de terciopelo con tiras doradas.Y dije:

-Fijaos. La habitación en la que murió Goethe es infinitamente más hermosa que toda la pompa renacentista; y un mueble liso, mucho más bonito que todas las piezas de museo con tallas e incrustaciones.Ellenguaje de Goethe es más hermoso que todos los adornos de los pastores del río Pegnitz.
Los malos espíritus lo oyeron con desagrado y el estado, cuya misión es retrasar el desarrollo cultural de los pueblos, hizo suya la cuestión de desarrollar y reponer el ornamento.
¡Ay del estado cuyas revoluciones estén promovidas por los consejeros de la Corte!

Pronto se vieron en el Museo de Artes y Oficios de Viena un aparador de comedor llamado "la buena pesca". Pronto huboarmarios que se llamaban "La princesa encantada" o algo parecido que aludía al ornamento que cubría estos pobres muebles. El estado austriaco se toma su tarea tan a pecho que procura que no desaparezcan las polainas del territorio de la monarquía austro-húngara. Éste obligó a todo hombre culto mayor de veinte años a llevar polainas en lugar de calzado adecuado. obligó a que Pues, en definitiva, todo estado parte de la suposición de que un pueblo retrasado es más fácil de gobernar.

Pues bien, la peste ornamental está reconocida estatalmente y se subvencionacon dinero del estado. Yo, sin embargo, lo considero un paso atrás. No tolero la objeción de que el ornamento aumenta la alegría vital de la persona culta; no tolero la objeción que se disfraza con estas palabras: "Pero ¡cuando el ornamento es bonito ... !" Para mí. y para todos los hombres cultos, el ornamento no aumenta la alegría vital. Si quiero comer un pastelito, cojo uno que sea completamente liso, y no uno recargado de ornamentos con forma de corazón o de jinete o de niño de pecho. El hombre del siglo XV no me entendería, pero sí los hombres modernos. El defensor del ornamento cree que el impulso que me dirige hacia la sencillez es una mortificación!. ¡No, estimado profesor de la Escuela de Artes y Oficios!, ¡No me mortifico! Me gusta más así Los vistosos guisos de siglos pasados que presentaban toda clase de ornamentos para hacer más apetecibles a los pavos, faisanes y langostas a mí me producen el efecto contrario. Asisto con repugnancia a una exposición de arte culinario cuando pienso en que me tengo que comer el cadáver de esos animales disecados.

El enorme daño y devastación que produce el resurgimiento del ornamento en la evolución estética podrían olvidarse fácilmente, pues nadie, ni siquiera un organismo estatal, puede detener la evolución de la humanidad. Sólo la puede retrasar. Sabremos esperar. Pero será un delito contra la economía nacional pues, con ello, se echa a perder trabajo humano, dinero y material. El tiempo no puede compensar estos daños.

El ritmo del desarrollo cultural sufre con los rezagados. Quizá yo viva en 1908, pero mi vecino vive en 1900 y aquel de allí en 1880. Es una desgracia para un estado que la cultura de sus habitantes abarque un periodo de tiempo tan amplio. El campesino de la apartada región de Kals vive en el siglo XII. Ya en la procesión de la fiesta del jubileo tomó parte gente que ya en la época de las grandes migraciones se hubiese considerado atrasada.¡Afortunado el país que no tiene este tipo de rezagados y depredadores! ¡Afortunada América! Entre nosotros mismos hay aún en las ciudades personas inmodernas, rezagados del siglo XVIII, que se horrorizan ante un cuadro con sombras violeta, porque todavia no pueden ver el violeta. A ellos les sabe mejor el faisán en el que el cocinero trabaja durante días, y la pitillera con los ornamentos renacentistas les gusta más que la lisa. ¿Y qué pasa en el campo? Vestidos y mobiliario pertenecen a siglos pasados. El campesino no es cristiano, es todavía pagano.

Los rezagados retrasan el desarrollo cultural de los pueblos y de la humanidad, pues no es sólo que el ornamento esté engendrado por delincuentes sino que es además un delito, porque daña considerablemente la salud del hombre, los bienes del pueblo y, por tanto, el desarrollo cultural. Cuando dos personas viven cerca y tienen unas mismas exigencias, las mismas pretensiones en la vida y los mismos ingresos, pero no obstante, pertenecen a distintas civilizaciones, puede observarse, desde el punto de vista de la economía de un pueblo, el siguiente fenómeno: el hombre del siglo XX se va haciendo cada vez más rico, el hombre del siglo XVIII cada vez más pobre. Supongo que ambos viven a su gusto. El hombre del siglo XX puede cubrir sus necesidades con un capital mucho más reducido y, por ello, puede ahorrar. La verdura que le gusta está simplemente cocida en agua y condimentada con un poco de mantequilla. Al otro hombre no le sabe tan bien hasta que, además, esté mezclada con miel y nueces, y alguien se haya pasado horas cociéndola. Los platos adornados son muy caros, mientras que la vajilla blanca, que le sabe bien a las personas modernas, es barata. Uno ahorra mientras que el otro se endeuda. Así ocurre con naciones enteras. ¡Ay del pueblo que quede rezagado en el desarrollo cultural! Los ingleses se hacen cada vez más ricos y nosotros cada vez más pobres ...

Todavia mucho mayor es el daño que sufre el pueblo productor del ornamento.
Como el ornamento ya no es un producto natural de nuestra cultura, sino que representa retraso o degeneración, el trabajo del ornamentista ya no está adecuadamente pagado. Son conocidas las condiciones en las industrias de los tallistas de madera y de los torneros, los precios criminalmente bajos que se pagan a las bordadoras y a las encajeras. El ornamentista tiene que trabajar veinte horas para alcanzar los ingresos de un obrero moderno que trabaje ocho horas. El ornamento encarece, como regla general. el objeto; sin embargo, se da la paradoja de que una pieza ornamentada con el mismo coste de material que el objeto liso, y que necesita el triple de horas de trabajo para su realización, cuando se vende, se paga por el ornamentado la mitad que por el otro. La carencia de ornamento tiene como consecuencia una disminución del tiempo de trabajo y un aumento del salario. El tallista chino trabaja dieciseis horas, el trabajador americano sólos ocho. Si por una caja lisa se paga lo mismo que por otra ornamentada, la diferencia, en cuanto a horas de trabajo beneficia al obrero. Si no hubiera ningún tipo de ornamento -algo que igual sucede dentro de unos cuantos miles de años-vel hombre sólo tendría que trabajar cuatro horas en vez de ocho, ya que, hoy en día, todavía la mitad del trabajo se va en realizar ornamentos.

El ornamento es fuerza de trabajo malgastada y, por ello, salud malgastada. Así fue siempre. Hoy, además, también significa material malgastado, y ambas cosas significan capital malgastado.
Como el ornamento ya no está unido orgánicamente a nuestra cultura, tampoco es ya la expresión de ésta. El ornamento que se crea hoy no tiene ninguna conexión con nosotros ni con nada humano, es decir, no tiene ninguna conexión con el orden del mundo. No es capaz de evolucionar. ¿Qué pasó con la ornamentación de atto Eckmann, qué-con la de Van de Velde? El artista siempre estuvo lleno de fuerza y salud, en la cima de la humanidad. Pero el ornamentista moderno es un rezagado o una aparición patológica, Él mismo reniega de sus productos al cabo de tres años. A las gentes cultas les resultan insoportables de inmediato, pero los demás sólo se dan cuenta de esto al cabo de años. ¿Dónde están hoy los trabajos de atto Eckmann? ¿Dónde estarán dentro de diez años los trabajos de Olbrich? El ornamento moderno no tiene padres ni descendientes, no tiene pasado ni futuro. Sólo es recibido con alegría por las gentes incultas, para quienes la grandeza de nuestro tiempo es un libro con siete sellos, y, al poco tiempo, reniegan de él.
La humanidad está hoy más sana que nunca, sólo hay unos pocos enfermos. Pero esos pocos tiranizan al trabajador que está tan sano que no puede inventar ornamentoa alguno. Le obligan a realizar, en diversos materiales, ornamentos creados por ellos.

El cambio del ornamento tiene como consecuencia una pronta desvalorización del producto. El tiempo del trabajador, el material empleado, son capitales que se malgastan. He enunciado la siguiente idea: la forma de un objeto debe ser tolerable durante el tiempo que físicamente dure dicho objeto. Trataré de explicarlo: Un traje cambiará muchas más veces su forma que una valiosa piel. El traje de baile creado para una sola noche, cambiará de forma mucho más deprisa que un escritorio. Qué malo seria, sin embargo, si tuviera que cambiarse el escritorio tan rápidamente como un traje de baile por el hecho de que a alguien le pareciera su forma insoportable; entonces se perderia el dinero gastado en ese escritorio.

Esto lo saben bien el ornamentista y los ornamentistas austríacos intentan resolver este problema. Dicen: "Preferimos al consumidor que tiene un mobiliarioque, pasados diez años, le resulta insoportable, y que, por ello, se ve obligado a adquirir muebles nuevos cada década, al que se compra objetos sólo cuando ha de substituir los gastados. La industria lo requiere. Millones de hombres tienen trabajo gracias al cambio rápido". Parece que éste es el secreto de la economía nacional austriaca; cuántas veces, al producirse un incendio, se oyen las palabras: "¡Gracias a Dios, ahora la gente ya tendrá algo que hacer!". Propongo un buen sistema: Se incendia una ciudad, se incendia un imperio, y entonces todo nada en dinero y abundancia. Que se fabriquen muebles que, al cabo de tres años, puedan quemarse; que se hagan guarniciones que puedan ser fundidas al cabo de cuatro años, ya que en las subastas no se logra ni la décima parte de lo que costó la mano de obra y el material, y así nos haremos cada vez más ricos.

La pérdida no sólo afecta a los consumidores, sino, sobre todo, a los productores.
Hoy en día, el ornamento, en aquellas cosas que gracias al desarrollo pueden privarse de él, significa fuerza de trabajo malgastada y material profanado. Si todos los objetos pudieran durar tanto estéticamente como lo hacen físicamente, el consumidor podría pagar un precio que posibilitara que el trabajador ganara más dinero y tuviera que trabajar menos. Por un objeto del cual esté seguro que voy a utilizar y obtener el máximo rendimiento, pago con gusto cuatro veces más que por otro que tenga menos valor a causa de su forma o material. Por mis botas pago gustoso cuarenta coronas, a pesar de que en otra tienda encontraría botas por diez. Pero, en aquellos oficios que languidecen bajo la tiranía de los ornamentistas, no se valora el buen o mal trabajo. El trabajo sufre a causa de que nadie está dispuesto a pagar su verdadero valor.

Y ya está bien así, pues las cosas ornamentadas sólo resultan soportables en la ejecución más deslucida. Puedo soportar un incendio más fácilmente si oigo decir que sólo se han quemado baratijas. Puedo alegrarme con las tonterías de la Künstlerhaus, porque sé que, lo que han montado en pocos días, se derribará en un momento. Pero tirar monedas de oro en vez de guijarros, encender un cigarrillo con un billete, moler y beberse una perla causan un efecto antiestético.

Verdaderamente los objetos ornamentados producen un efecto antiestético, sobre todo cuando se realizaron del mejor material y con el máximo esmero, y cuando han requerido mucho tiempo de trabajo. No puedo dejar de exigir ante todo trabajo de calidad, pero desde luego no para cosas de este tipo.

El hombre moderno, que considera sagrado el ornamento como signo de superioridad artística de las épocas pasadas, reconocerá de inmediato, en los ornamentos modernos, lo torturado, lo penoso y lo enfermizo de los mismos. Alguien que viva en nuestro nivel cultural no puede crear ningún ornamento.

Ocurre algo distinto con los hombres y pueblos que no han alcanzado este nivel. Predico para los aristócratas, quiero decir, para los que se hallan en la cima de la humanidad y que, sin embargo, comprenden profundamente los ruegos y exigencias del inferior. Comprenden muy bien al cafre, que entreteje ornamentos en la tela según un ritmo determinado, que sólo se descubre al deshacerla; al persa que anuda sus alfombras; a la campesina eslovaca que borda su encaje; a la anciana señora que realiza objetos maravillosos en cuentas de cristal y seda. Los aristócratas les dejan hacer, saben que para ellos, las horas de trabajo son sagradas. El revolucionario diría:
"Todo esto carece de sentido". Lo mismo que apartaría a una ancianita de la vecindad de una imagen sagrada y le diría: "Dios no existe". Sin embargo, el ateo -entre los aristócratas- al pasar por delante de una iglesia se quita el sombrero.

Mis zapatos están llenos de ornamentos por todas partes, constituidos por festones y agujeros, trabajo que ha ejecutado el zapatero y por el que no se le ha pagado. Voy al zapatero y le digo: "Usted pide por un par de zapatos treinta coronas. Yo le pagaré cuarenta". Con esto he elevado el estado anímico de este hombre, cosa que me agradecerá con trabajo y material, que, en cuanto a calidad, no están en modo alguno relacionados con la sobreabundancia. Es feliz. Raras veces llega la felicidad a su casa. Ante él hay un hombre que le entiende, que aprecia su trabajo y no duda de su probidad. En su imaginación, ya ve ante él los zapatos terminados. Sabe dónde puede encontrar la mejor piel, sabe a qué trabajador debe confiar los zapatos y éstos tendrán tantas festones y agujeros como los que sólo aparecen en los zapatos más elegantes. Entonces le digo: "Pero impongo una condición. Los zapatos tienen que ser enteramente lisos". Ahora es cuando le he lanzado desde las alturas más dichosas al Tártaro. Tendrá menos trabajo, pero le he arrebatado toda la alegria.

Predico para los aristócratas. Soporto los ornamentos en mi propio cuerpo si éstos constituyen la felicidad de mi prójimo. En este caso también llegan a ser, para mi, motivo de alegría. Soporto los ornamentos del cafre, del persa, de la campesina eslovaca, los de mi zapatero, ya que todos ellos no tienen otro medio para alcanzar el punto culminante de su existencia. Pero nosotros tenemos 'al arte, que ha sustituído al ornamento. Después del trabajo del día, vamos al encuentro de Beethoven o de Tristán. Esto no lo puede hacer mi zapatero. No puedo arrebatarle su alegría, ya que no tengo nada que ofrecerle a cambio. El que, en cambio, va a escuchar la Novena Sinfonía y luego se sienta a dibujar un modelo de tapiz es un hipócrita o un degenerado.

La carencia de ornamento ha conducido a las demás artes hasta alturas insospechadas. Las sinfonías de Beethoven no hubieran sido escritas nunca por un hombre que tuviera que ir metido en seda, terciopelo y puntillas. El que hoy en dia lleva una americana de terciopelo no es un artista, sino un bufón o un pintor de brocha gorda. Nos hemos vuelto más refinados, más sutiles. Los miembros de las tribus tenían que distinguirse por medio de los colores, el hombre moderno necesita su vestido como máscara. Su individualidad es tan grande que ya no la puede expresar en prendas de vestir. La falta de ornamentos es un signo de fuerza intelectual. El hombre moderno utiliza los ornamentos de civilizaciones antiguas y extrañas a su antojo. Su capacidad de invención la concentra en otras cosas.

***

Dirigida a los chistosos con motivo de haberse reído del artículo Ornamento y delito (1910):

Queridos chistosos:
Y yo os digo que llegará el tiempo en que la decoración de una celda hecha por el tapicero de palacio Schulze o por el catedrático Van de Velde servirá como agravante de castigo.



LA ESCUELA DE CHICAGO _ Five Architects *

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Ornamento del Carson Pirie Scott Building de Louis Sullivan's
restaurado por Harboe Architects. Foto de Tim Samuelson 
  
Chicago es la ciudad de paso entre la Costa Este, la primera que se pobló, y la Oeste. Es la ciudad centro donde se acumularán una enorme cantidad de redes ferroviarias. Como consecuencia, en muy pocos años se convertirá en una gran metrópoli. Aquí es donde aparece, en el último cuarto del siglo XIX, un estilo diferente de arquitectura al que se llamará Escuela de Chicago.

Esta Escuela de Arquitectura conseguirá una rápida fama, sobre todo entre 1879 y 1893. Se caracterizará por su arquitectura comercial, cuya tipología más importante es el rascacielos, nuevo género arquitectónico inventado por ellos. La estructura básica característica de sus obras será de acero, lo que permitirá alcanzar grandes alturas sin engrosar excesivamente los muros y pilares. Aparecen nuevos sistemas de cimentación y estructuras y, además, crean el ascensor, como conexión entre plantas. Otra de sus características es que la estructura metálica se apreciará perfectamente en el exterior. Las fachadas no seguirán ningún lenguaje histórico.

Una fecha clave es 1871, cuando se produjo el gran incendio que arrasó con las típicas calles en retícula, casas de madera estilo Balloon y algunas con estructuras metálicas. Esto hará que se le dé especial importancia a los edificios de estructuras de acero con revestimiento de ladrillo.

En el centro de Chicago es donde principalmente se crearán los más importantes rascacielos, en el llamado Loop de Chicago, el barrio comercial y de negocios. La Escuela de Chicago es una de las primeras manifestaciones de modernidad: Programa nuevo, postura nueva, ruptura con la historia, adoptando los adelantos técnicos (climatización y ascensores). El rascacielos fue acogido desde un principio con un carácter concreto, fue entendido como un elemento constitutivo del paisaje urbano. Representaba un nuevo tipo de volumen interior continuo y una especie de punto de referencia espacial.

 
Vista del distrito administrativo de Chicago, hacia 1898

Hay que señalar que los arquitectos se organizaron formando grandes sociedades u oficinas, donde se agruparán arquitectos, ingenieros, economistas, etc. Cinco de estos arquitectos son:

HENRY  RICHARDSON (1838-1886)
Es un arquitecto típicamente americano, es el padre deesta arquitectura. Wright lo consideraba supredecesor, pues entiende las necesidades americanas.
Richardson es un arquitecto historicista del siglo XIXque estudia en Europa, con el maestro Labrouste. Al llegar a Boston consigue una gran fama y una numerosa clientela.Creará un estudio con magníficos ayudantes.
Su arquitectura será unaalternativa del neogótico o neoclasicismo del momento. Usará el románico, principalmente, pero dejando marcadosu estilo, como la volumetría, el peso, como en el caso de la Iglesia de la Trinidad en Boston, en la que destaca la piedra yel volumen, que la hacen maciza. Es innovadora, pues hasta entonces no había ninguna Iglesia románica de esas características.

La iglesia de la Santísima Trinidad (1872-1877) en Boston

Otra obra será la Biblioteca Crane Memorial enQuincy, en la que destaca el tamaño y el carácter macizo del edificio por el empleo de piedra y un gran tejado continuo.
De este estilo será también el Ayuntamiento de North Easton, donde los arcos rebajados parecenuna cripta, todo de piedra en la primera planta. La segunda planta es más suelta, en este caso usa el ladrillo.


Biblioteca Crane Memorial enQuincy (1880-83)

Ayuntamiento de North Easton (1879-1881)

Su obra más importante va a ser el Marshall Field Store, que construirá en Chicago y servirá de modelo a la Escuela de Chicago. Construido en el año 1887 el Marshall Field, será reconocido por mucho tiempo como el prototipo del inmueble de oficinas.  . Su contundencia lo harán un edificio muy innovador y avanzado para la época, donde no se utilizó ninguno de los elementos clásicos.

Marshall Field Store (1885-1887)
 

WILLIAM LE BARON JENNEY (1832 -1907)
Arquitecto e ingeniero estadounidense, cuyas innovaciones en el terreno de la construcción fueron fundamentales en el desarrollo de los rascacielos. Estudió arquitectura e ingeniería en París, y más tarde regresó a Estados Unidos, donde participó en la Guerra Civil desde las filas del Ejército de la Unión. Después de la guerra abrió en Chicago su propio estudio de arquitectura. Allí trabajaron como aprendices Louis Sullivan, Daniel Burnham y la mayoría de los arquitectos que más adelante constituirían la Escuela de Chicago. La mayor aportación de Jenney fue la construcción de grandes edificios con estructura metálica.

El primer edificio que usa la estructura metálica enfundada en ladrillo, el primero a prueba de fuego, es elHome Insurance, con elementos historicistas de corte muy clásico (simetría, linealidad, etc.).

Home Insurance Company Building (1885, demolido en 1931)

El edificio First Leiter Buildingesel típico edificio comercial, aunque todavía tiene algunos elementos que recuerdan a los neoclásicos. El edificio está articulado según una retícula perfecta que señala donde se encuentra la estructura del edificio.

First Leiter Building (1879)

El Fair Store, otros grandes almacenes, de estructura metálica ocultada por la fachada pero que se percibe por la disposición de los elementos ornamentales exteriores.

Fair Store (1891–92)

HOLABIRD - ROCHE
William Holabird comenzó su educación en la Academia Militar de West Point, pero después de dos años se trasladó a Chicago y trabajó como dibujante para William Le Baron Jenney, que es a menudo llamado "padre de los rascacielos". Holabird fundó su propio estudio en 1880, y formó una sociedad con Martin Roche en 1881.

 El edificio Tacoma Building es relativamente alto para la época. Tiene una estructura mixta, pues usa metal y piedra. Las ventanas, típicas de la Escuela de Chicago, asoman al exterior al estilo de miradores. No usa elementos historicistas ni hace referencia a ellos.

El estilo de la Escuela de Chicago presentó muchas novedades. La "ventana Chicago", creado el efecto que los edificios se compone de vidrio. Cada panel de vidrio grande estaba flanqueada por estrechas ventanas que pueden abrirse.
 
 
"ventana Chicago"

Tacoma Building 1889

El edificio Marquette es el típico rascacielos que permitía la multiplicación de plantas, a la vez que lo hacía el espacio. Esto dependía de las posibilidades económicas del cliente. Es del estilo de la Escuela de Chicago, sin decoración.

Marquette Building (1893-1894)



BURNHAM - ROOT
Daniel Hudson Burnham, es un arquitecto estadounidense nacido en 1846 (Henderson, Nueva York) y muerto en 1912 (Heidelberg). Tras no ser aceptado en universidades como Yale o Harvard, se formó como arquitecto junto a Le Baron Jenney. Conoció a John Wellborn Root en el estudio de Frank Lloyd Wright en Chicago y los dos arquitectos fundaron una asociación que prosperaría gracias al idealismo de Root y al pragmatismo de Burnham (Burnham & Root, 1873).
El Rookery Building es un edificio dorado que refleja el Sol. Es uno de los primeros edificios del estudio de Burnham y Root y uno de los más importantes de la época. Está muy recargado y usa elementos historicistas.

Rookery Building (1891)
El Reliance Building comenzó siendo un pequeño edificio de 5 plantas y llegó a tener 10 plantas más. Es uno de los edificios más bellos de la Escuela de Chicago. Su forma es muy espigada, con las ventanas típicas, que le dan movimiento. Entre ventanas hay frisos decorados como rosetones.

Reliance Building (1890-1895)

El Monadnock Building es un gran edificio exento de decoración. Tiene ventanas típicas, pero el estar alejada del centro histórico hizo que el dueño no se gastase dinero en decoración, por lo que sus fachadas se hacen muy planas. Esta sencillez dio al edificio una gran fama.
Lo que empezó siendo un problema económico terminó convirtiéndose en una escuela, adoptando los edificios la sencillez de fachada.

Monadnock Building (1884-1891)

Un edificio muy llamativo por su forma es el Flat Iron, situado en una de las esquinas más agudas de Brodway, en Nueva York. Este solar le sirve al constructor para hacer un edificio muy atrevido por su altura y estrechez.

Flat Iron (1901-1902) New York

LOUIS HENRY SULLIVAN
Es el personaje más importante de la Escuela de Chicago. Estudia en Massachusetts y después, al llegar a París, forma un estudio con Hatler, quien llevará la parte práctica. Formarán una empresa con Sullivan al frente. También formó parte del estudio de Le Baron Jenney.
Su primer gran edificio fue el Auditorium, que dio cabida a un hotel, oficinas, auditorio de 4000 plazas, etc. Destaca su aspecto masivo, influenciado por Richardson : volumen, piedra, portada con arcos de medio punto con pilares muy gruesos, etc. Es una composición clásica, muy historicista, tema que le preocupó bastante.

Edificio Auditorium (1886-1889)

Sullivan es el único arquitecto modernista americano, lo que se puede apreciar en la decoración interior de susedificios, como en el caso de las barandillas de hierro, escalera y escayolas, es decir, el gusto por los materiales y su decoración, influenciado por Europa y, sobre todo, por Horta.
La preocupación formalista y decorativa del interior la usa también en el exterior. Pensaba que el rascacielos podía ser un edificio artístico y llegar a ser una gran obra.
El edificio Walker también tiene influencia de Richardson, aunque avanza algo en lo referente a fachadas planas. Sinembargo, el estilo y la disposición es clásica (disposición tripartita).


Walker Warehouse, Chicago, 1888-89

El edificio Wainwright, en San Luis, típica de la Escuela de Chicago, repite las plantas, que descansan en una peana, de planta baja, con gran tendencia ascendente por sus largas pilastras. Esto queda rematado por una gran cornisa,decorado, al igual que los antepechos de los balcones, con diseños modernistas suyos.

Wainwright Building, St. Louis, 1890

El edificio Guaranty también tiene una disposición tripartita clásica : una primera parte o planta baja de entrada, una gran parte central en la que se repiten las plantas, y una superior que oculta toda la maquinaria del edificio. La decoración, sobre todo en la entrada, es modernista.

 Guaranty (Prudential) Building, Buffalo, NY, 1894-9

En los Grandes Almacenes Carson - Pirie - Scott, terminados a principios del siglo XX, destaca no la verticalidad sino la horizontalidad, remarcada por las estructuras metálicas de los balcones y un gran friso de entreplantas. Sigue también una disposición tripartita. La parte superior queda remarcada por la oscuridad que le da la cornisa. La horizontalidad es un antecedente del expresionismo que surgirá en Alemania. Llama la atención el tratamiento de la esquina, redondeada, y la excesiva decoración.


Carson, Pirie, Scott Department Store, Chicago, 1903-04

Sus últimos encargos eran edificios relativamente pequeños, como el National Farmer's Bank, donde Sullivan sigue investigando en el uso de los materiales y su combinación, como en la gran vidriera central y los ladrillos rojos. Hace referencia al mundo islámico, sobre todo en el alfiz, elemento que rodea los huecos, el ladrillo y la cerámica.

National Farmer's Bank (107-1908)

Creditos:
Chicago Historical Society


Links:

William Le Baron Jenney (American engineer and architect)

Fair Store (building, Chicago, Illinois, United States)

skyscraper (building)

Citations:
 
MLA style:Fair Store. Photograph. Encyclopædia Britannica Online. Web. 9 Mar. 2012. <http://www.britannica.com/EBchecked/media/112823/Construction-of-the-Fair-Store-designed-by-William-Le-Baron>.APA style:Fair Store. [Photograph]. In Encyclopædia Britannica. Retrieved from http://www.britannica.com/EBchecked/media/112823/Construction-of-the-Fair-Store-designed-by-William-Le-BaronHarvard style:Fair Store. [Photograph]. Encyclopædia Britannica Online. Retrieved 9 March 2012, from http://www.britannica.com/EBchecked/media/112823/Construction-of-the-Fair-Store-designed-by-William-Le-BaronChicago Manual of Style:Fair Store, Photograph, from Encyclopædia Britannica Online, accessed March 9, 2012, http://www.britannica.com/EBchecked/media/112823/Construction-of-the-Fair-Store-designed-by-William-Le-Baron

AUGUSTE PERRET _ Casa de la rue Franklin nº 25 bis (1903)

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Casa de la rue Franklin nº 25 bis (1903)

Auguste Perret (1873-1954) construyó lo que seguramente es la primera casa de pisos con estructura de hormigón armado. Se trata de una vivienda de ocho pisos, edificada en un solar de poca profundidad, lo que imposibilitaba la existencia de un patio de luces interior, por lo que sólo se podían tomar luces directas desde la calle.
"Perret proyecta entonces una planta en U, y en la parte central retranqueada encaja dos balcones a 45 grados, aumentando así la superficie de fachada para resolver la iluminación directa de los espacios interiores. La planta tipo presenta, además de la escalera y de los servicios, cinco piezas, tantas como determina el tratamiento de las paredes descrito. Estos locales pueden ser modificados en número y en forma, gracias a la disposición de los pilares, sólo disponiendo de otra manera los tabiques que los separan. El arquitecto consigue así una planta libre a pesar de la estrechez de la superficie disponible". (De Fusco, R. ob. cit., pág. 188-191)

Planta en U


De las distintas lecturas que podemos hacer de este edificio, subrayamos las siguientes aportaciones:

- un articulación de los valores expresivos y distributivos de la obra en torno a la estructura de hormigón;

- la eliminación de los muros en la planta baja ; la variación en altura del edificio (tras cinco pisos de alzado uniforme, retranquea los superiores con dos niveles de áticos y una azotea).

- el establecimiento del ritmo lineal a través de los elementos estructurales de hormigón armado.

- el revestimiento de cerámica, que en las vigas y soportes es de tiras lisas, mientras que en los paneles tiene motivos florales, con los que se distingue la estructura portante de la parte soportada del edificio (el garaje de la calle Ponthieu de 1905, se cierra con un gran rosetón de hierro y cristal, en la iglesia de Notre Dame-du-Raincy de 1922 y en la de Santa Teresa de Montmagny de 1926 el cerramiento se construye con una malla de pequeños motivos geométricos, también de hormigón armado).

- el predominio de los vanos sobre los macizos ante la dificultad de dar luces a todos los espacios; la traducción a elementos lineales y pórticos rígidos la fluidez plástica del hormigón; la disposición en planta de las pilastras que le permite el máximo aprovechamiento y la mayor libertad de los espacios internos.


"La verdadera importancia no consiste tanto en la novedad como en el hecho de que el elemento estructural ha experimentado la voluntad conformadora de un espíritu arquitectónico que le ha conferido una expresión, un ritmo, una ordenación: "l'architecture n'es pas dans la matière, elle est dans l'ordonnace"; recordémoslo en particular para este ejemplo, porque los historiadores, presos del entusiasmo de la primicia, han olvidado demasiadas veces su sabor". (Rogers, E.N. (1955), Auguste Perret. Milán. Il Balcone, pág. 25).
Una de sus mayores aportaciones al lenguaje arquitectónico moderno es la de haber definido con absoluta claridad las relaciones entre los elementos de soporte y los soportados, así como el haber experimentado con soluciones y elementos que serán patrimonio común del lenguaje arquitectónico posterior, válidos hasta la actualidad, y que Le Corbusier tan sabiamente desarrollará: la cubierta plana con jardín colgante, la presencia de los amplios entrantes y salientes en la fachada, el uso de las vidrieras, la plata que utiliza al máximo el espacio que deja libre la construcción en esqueleto...




Bibliografía
Gillo Dorfles (1980), La arquitectura moderna. Barcelona. Ariel. Col. Ariel quincenal 151, págs. 36-39
Renato de Fusco (1981), Historia de la arquitectura contemporánea. Madrid. Blume. Págs. 173-76 y 188-191
Fernando Chueca Goitia (1992), La arquitectura: del Barroco a nuestros días. Barcelona. Carroggio S. A. de Ediciones. Tomo 4º de la Historia del Arte. Pág. 217-218
Giulio Carlo Argan (1976), El arte moderno. Valencia. Fernando Torres ed. 2ª ed. Vol. 1, pág 236-237

FÁBRICA DE TURBINAS AEG (1907-1910) _ Peter Behrens

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La obra de Peter Behrens (1868-1940) puede reseguirse a través de sus clientes. Al principio trabajó para un mecenas, el Gran Duque Ernst Ludwig von Hessen, en la colonia de Darmstadt, ocupándose de las artes decorativas y del mobiliario; su segundo cliente fue la AEG (Allgemeine Elektrizitäts Gesellschaft), que representó para él un decisivo encuentro con el diseño y con la arquitectura de las grandes instalaciones industriales; el tercero fue el Ayuntamiento socialista de Viena, para el cual se dedicó al sector de la vivienda popular. En 1927 se trasladó a Viena y ocupó la cátedra que había sido de Otto Wagner.

 Casa de Peter Behrens en la  colonia de Darmstadt

Para el nacimiento del protorracionalismo "fue de capital importancia el movimiento alemán denominado Deutscher Werkbund e iniciado en 1907, que constituyó la aplicación más integral de algunos de los principios morrisianos del Arts and Crafts, con la aceptación, además, de una realidad mecánica aplicada a las artes constructivas.

Fue durante este período cuando Peter Behrens se convirtió en el arquitecto de la casa "A.E.G." y posiblemente el primer caso en que un arquitecto fue llamado, no sólo como proyectista y constructor, sino también como designer de los diversos productos de una gran industria (-se encargó de dar la forma de todos los productos de esta empresa, desde las lámparas a los radiadores, desde la decoración de sus sucursales a la publicidad gráfica-).

Publicidad gráfica para AEG

Behrens dio una primera muestra significativa de su genialidad en la fábrica de turbinas de la "A.E.G.", en Berlín, donde utilizó de manera racional el cristal y el acero, empleando también este último en la cubierta. (Dorfles, G., ob. cit., págs. 35-36).

Fábrica de turbinas AEG (1907-1910)

Se trata de una construcción emblemática y uno de los edificios más significativos del protorracionalismo. "Consta de una gran nave de 297 por 39 metros, flanqueada por un cuerpo de fábrica de dos órdenes con cubierta plana. La estructura metálica, de pórticos de celosía triarticulados, era visible en el exterior en lo que se refiere a los montantes, dispuestos entre grandes cristaleras, pero sólo en los lados alargados de la construcción; en los testeros la estructura es invisible, aunque determina su configuración.

En efecto, el extradós de la cubierta sigue el perfil quebrado de la parte superior de los pórticos; continuando esta sección hasta los testeros, Behrens realiza un frontón que no es triangular como el esquema clásico, sino que tiene el perfil superior quebrado. Debajo de este frontón vuelve a aparecer una gran ventana idéntica a las que existen entre los montantes en la fachada lateral. En las esquinas se disponen unos paños macizos, de espesor decreciente con la altura, que alcanzan el nivel de la cornisa, dando lugar al vuelo de ésta y del tímpano adyacente y a una potente zona de claroscuro." (De Fusco., ob. cit., pág. 195).


              
Sección fábrica de turbinas AEG (1907-1910)


Behrens, siguiendo la máxima de Schinkel de que "el valor artístico de la obra lo determina la representación del ideal de la funcionalidad", no confía el carácter de la obra únicamente a sus valores constructivos y funcionales, sino que idealiza dicha función.


 

También podemos ver este edificio como una síntesis entre un templo griego y un taller, en donde coexisten elementos estructurales -como las grandes articulaciones de hierro de la parte inferior de los montantes-, y recursos ópticos de resonancias vitrubianas.

Articulaciones de hierro de la parte inferior  

Representa el paradigma de toda la edificación industrial del período racionalista que comienza con la fábrica Fagus de Walter Gropius. Sobre su valor simbólico podemos citar las observaciones de Koenig ("L'ereditá dell'Espressionismo"):



 "En el caso de la AEG berlinesa creo evidente que la Turbinenfabrik no es como el Excelsior, la representación de la glorificación del trabajo, con el obrero de torso desnudo que perfora el Simplón, la justa enseña del socialismo universal. Es, por el contrario, la glorificación de la máquina eléctrica en un enorme volumen único dominado por el puente-grúa; en el que el trabajo humano es como la paciente araña que teje las interminables bobinas de los motores eléctricos acoplados en las turbinas".


Bibliografía

Osuna Redondo, R. Y Valcarce, M.T. (1997), Peter Behrens: guía de arquitectura. Madrid. Nerea.
Gillo Dorfles (1980), La arquitectura moderna. Barcelona. Ariel. Col. Ariel quincenal 151, págs. 35-36
Renato de Fusco (1981), Historia de la arquitectura contemporánea. Madrid. Blume. págs. 184-187 y 195-198
Fernando Chueca Goitia (1992), La arquitectura: del Barroco a nuestros días. Barcelona. Carroggio S. A. de Ediciones. Tomo 4º de la Historia del Arte. pág. 217
Giulio Carlo Argan (1976), El arte moderno. Valencia. Fernando Torres ed. 2ª ed. Vol. 1, pág 238-239


THEO VAN DOESBURG _ “Hacia una arquitectura plástica” (1924)

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Contraconstrucción espacio temporal II.
Theo van Doesburg y Cornelis van Eesteren , 1923



Forma. La abolición de todo concepto de forma en el sentido de un tipo preestablecido tiene una importancia esencial para el sano desarrollo de la arquitectura y el arte en general. En vez de utilizar e imitar estilos anteriores como modelos, se debe plantear completamente de nuevo el problema de la arquitectura.

La nueva arquitectura es elemental, es decir, se desarrolla a partir de los elementos de la construcción en el sentido más amplio. Estos elementos — como función, masa, superfi­cie, tiempo, espacio, luz, color, material, etc. — son plásticos.
La nueva arquitectura es económica, es decir, emplea sus medios elementales de la forma más eficaz y menos dispendiosa posible y no despilfarra estos medios ni el material.
La nueva arquitectura es funcional, es decir, se desarrolla a partir de una exacta determinación de las exigencias prácticas, que establece en esquemas claros.
La nueva arquitectura es informe aunque exactamente definida, es decir, que no está sometida a ningún tipo de forma estética establecida. No posee ningún molde (como los de los pasteleros) para elaborar las superficies funcionales resultantes de exigencias prácticas, vivas. […]
Ese espacio funcional está dividido estrictamente en superficies rectangulares, que no po­seen ninguna individualidad por sí mismas.

Aun cuando cada una está definida en función de las demás, pueden concebirse como si se extendieran hasta el infinito. Constituyen, por tanto, un sistema coordinado, en el cual todos los puntos corresponden a un número igual de puntos en el universo. De ello se desprende que las superficies tienen una relación directa con el espacio infinito.
La nueva arquitectura ha independizado el concepto de monumental de lo grande y lo pequeño (puesto que la palabra «monumen­tal» está deteriorada, se sustituye por la pala­bra «plástico»). Ha demostrado que todo existe sobre la base de las interdependencias de relaciones.
La nueva arquitectura no posee ningún factor pasivo. Ha superado la abertura (en la pared). La ventana con su abertura desempeña un papel activo en oposición al cerramiento de la superficie de los muros. En ninguna parte aparece una abertura o un vano en primer plano, todo está rigurosamente determinado por contraste. Compárense las diversas contra construcciones en las cuales los elementos de que consta la arquitectura (superficie, línea y masa) se hallan libremente situados en una relación tridimensional.

La planta.
La nueva arquitectura ha abierto las paredes y ha eliminado así la división entre el interior y el exterior. Las paredes han dejado de ser portantes, sólo son puntos de apoyo suplementarios. El resultado es una planta nueva, abierta, completamente distinta de la clásica, pues el interior y el exterior se interpenetran.
La nueva arquitectura es abierta. El conjunto está formado por un espacio dividido de acuerdo con las diversas exigencias funcionales. (...)  En la próxima fase de desarrollo de la arquitectura, la planta debe desaparecer por completo. La composición bidimensional del espacio, que se establece en esa planta, se sustituirá por un cálculo exacto de la construcción — un cálculo mediante el cual la capacidad de carga quedará limitada a los puntos de apoyo más simples, pero también más resistentes […].

Espacio y tiempo.
La nueva arquitectura tiene en cuenta no sólo el espacio, sino también la magnitud tiempo. A través de la unidad de espacio y tiempo el exterior arquitectónico adquirirá un aspecto nuevo y completamente plástico.
La nueva arquitectura es anticúbica, es decir, no trata de combinar todas las células espaciales funcionales en un cubo cerrado, sino que proyecta las células espaciales funcionales (así como las superficies que las cubren, balcones, etc.) centrífugamente desde el centro del cubo. De este modo la altura, la longitud y la pro­fundidad más el tiempo adquieren una expre­sión plástica completamente nueva en espacios abiertos. De esta manera, la arquitectura logra un aspecto más o menos fluctuante (corresponde al ingeniero saber hasta qué punto ello es posible desde el punto de vista cons­tructivo), que contrarresta por así decirlo la fuerza de gravedad de la naturaleza.

Simetría y repetición.
La nueva arquitectura ha eliminado tanto la monótona repetición como la rígida regularidad de las dos mitades — la imagen en el espejo, la simetría —. Un bloque de casas es un conjunto en el mismo sentido que lo es la casa individual.

Las leyes que son válidas para la casa individual, también lo son para el bloque de viviendas y para la ciudad. En vez de simetría, la nueva arquitectura ofrece una relación equilibrada entre partes dispares, es decir, de partes que se diferencian unas de otras por su posición, dimensiones, proporción y situación, en virtud de sus peculiaridades funcionales. La equivalencia de estas partes se basa en el equilibrio de su desigualdad y no en su igualdad. Además, la nueva arquitectura ha convertido las partes delantera, trasera, derecha, superior e inferior en factores de igual valor.

Color.
La nueva arquitectura ha abolido la pintura como expresión separada e imaginaria de armonía […]. La nueva arquitectura admite el uso orgánico del color, como medio directo de expresión de sus relaciones en el espacio y el tiem­po. Sin color, estas relaciones no son reales, sino invisibles.

El equilibrio de las relaciones orgánicas sólo adquiere realidad visible por medio del color. La tarea del pintor moderno consiste en crear con ayuda del color un conjunto armónico en el nuevo campo espaciotemporal de cuatro dimensiones, y no una super­ficie de dos dimensiones. En una posterior fase de desarrollo el color también se podrá sustituir por un material desnaturalizado que tenga su propio color específico (problema para el químico), pero sólo en el caso de que exigencias prácticas requieran este material.
La nueva arquitectura es antidecorativa. El color (y esto es algo que los temerosos del mismo deben tratar de comprender) no es una parte decorativa de la arquitectura, sino un medio orgánico de expresión suyo.


 Café-restaurant.
C. van Eesteren & Theo van Doesburg (1927-1931)


La arquitectura como síntesis del neoplasticismo.
La construcción es una parte de la nue­va arquitectura que, al reunir todas las artes en sus manifestaciones más elementales, reve­la su verdadera esencia. […]
Dado que la nueva arquitectura no admite imágenes de ningún género (como pinturas o esculturas como elementos separados), su propósito de crear un conjunto armónico con todos los medios esenciales es evidente desde el principio. De este modo, todo elemento arquitectónico contribuye a que se alcance un máximo de expresión plástica sobre una base práctica y lógica, sin que porello se descuiden las exigencias prácticas.

Theo van Doesburg : “Hacia una arquitectura plástica” (1924) en Die Stijl, vol. VI, nº 6-7

ARCHITECTURE THEORY SINCE 1968

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Architecture Theory since 1968
K. Michael Hays (ed.)
The MIT Press, 1998

Esta antologíapresentacuarenta y siete delostextos más importantes para la teoría dela arquitectura,presentadoscada uno conuna explicación delos conceptos y categoríasnecesarias para sucomprensióny evaluación.También se presentandocedocumentosde proyectoso eventosque tuvieronimportantesrepercusionesteóricas parael período.

This anthology presents forty-seven of the primary texts of architecture theory, introducing each with an explication of the concepts and categories necessary for its understanding and evaluation. It also presents twelve documents of projects or events that had major theoretical repercussions for the period.

www.arquilecturas.com

LC _ El Juego Sabio y Magnífico de los Volúmenes Bajo el Sol *

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Cara interior de brise-soleil en el Secretariado e interior provisional de la Unité de Marsella. Fotografías Lucien Hervé

“…La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes reunidos bajo la luz. Nuestros ojos están hechos para ver las formas bajo la luz: las sombras y los claros revelan las formas. Los cubos, los conos, las esferas, los cilindros o las pirámides son las grandes formas primarias que la luz revela bien: la imagen de ellas es clara y tangible, sin ambigüedad. Por esta razón son formas bellas, las más bellas. Todo el mundo está de acuerdo con esto: el niño, el salvaje y el metafísico. Es la condición esencial de las artes plásticas. La arquitectura egipcia, griega o romana, es una arquitectura de prismas, cubos y cilindros, triedros o esferas: La pirámide, el Templo de Luxor, el Partenón, el Coliseo y la Villa Adriana…” Le Corbusier


- Le Corbusier, Hacia una Arquitectura. Barcelona, 1998, Ediciones Apostrofe.
- Texto Original: Vers une architecture, París 1923. Compilación de artículos escritos para la revista L’Esprit Nouveau, publicados entre 1920 y 1925. 



La frase de Le Corbusier (1920) "La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz (…)"nos remite a sus imágenes de volúmenes platónicos, silos industriales y a su arquitectura de los años veinte. Sin embargo sería una banalidad buscar en ella la clave de su trabajo con la luz sin preguntarnos por las reglas de dicho juego y como buscó que fuera correcto y magnífico. 




Planta y sección de la Mezquita Verde, en Brusa

En la misma serie de artículos donde apareció la frase anterior, publicó un esquema de la Mezquita Verde de Bursa, visitada durante su viaje a oriente en 1911, para demostrar que la percepción del exterior es resultado del interior. El croquis hecho en el viaje es elocuente: de derecha a izquierda, una entrada de baja altura se abre a un volumen abovedado e iluminado cenitalmente que es flanqueado por otro similar pero en penumbra, y por otro lateral de menor dimensión, también en sombra. Se trata de un vacío iluminado que funciona por el equilibrio que le dan las penumbras colindantes, una composición en base a la luz, pero también una secuencia que parte en la calle, continúa por un espacio pequeño y termina en un vacío donde según Le Corbusier "(…) uno se siente fascinado, pierde el sentido de la escala común (…)".

Luz y escala funcionan al unísono y se perciben porque existe una composición a través de los traspasos y del recorrido. Según explicó, estando en el interior se dimensiona el exterior.
 En la obra de Le Corbusier el trabajo de la luz tuvo este sentido compositivo ─o de juego─, cuyas reglas pueden verse tanto en el uso de la luz natural como de la artificial.

Volumen, escala, luz y sombra son los elementos básicos de una fórmula que no falla y que Le Corbusier aplicaría al dispositivo puerta-umbral de muchos de sus proyectos.

The Shodan House, Ahmedabad

enlace:
La luz en la obra de Le Corbusier_Claudio Vásquez

MIES VAN DER ROHE _ Reabierta al público la Villa Tugendhat

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"Ninguna fotografía de esta casa puede proporcionar una impresión correcta. Hay que moverse en esta casa, su ritmo es como la música."
Ludwig Hilberseimer de 1931

fotografía por David Židlický (2012)

El pasado martes 29 de febrero de 2012, se realizó la ceremonia de reapertura de la vivienda Tugendhat tras su cierre durante los dos años dedicados al proceso de restauración. La Villa de Greta y Fritz Tugendhat construida en los años 1929-1930, diseñada por el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, es un monumento reconocido del movimiento moderno. Es el único ejemplo de la arquitectura moderna en la República Checa recogido en la Lista de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Las obras de renovación y restauración de la Villa Tugendhat se han realizado durante los años 2010 a 2012. Tanto la estructura como el jardín contiguo se han restaurado y recuperado su apariencia original después de la finalización de la Villa en 1930. Los interiores están equipados con réplicas exactas de los muebles originales.

El equipo técnico de la villa (las salas instalaciones de aire, la sala de calderas, la sala de máquinas para las ventanas retráctiles, la llamada "polilla" de la habitación) se ha restaurado en el sótano y es ahora accesible al público como parte de las visitas. Esta zona también alberga una exposición sobre el arquitecto, los dueños y la vida familiar en la Villa hasta 1938, cuando los Tugendhat se vieron obligados a emigrar dada la amenaza de la Segunda Guerra Mundial.


ENLACES DE INTERES:




PABELLÓN DE BARCELONA (1929) _ Mies Van Der Rohe

LA IDEA DE LA VILLA SABOYA (1929) _ Le Corbusier

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“ Como toda obra de gran calidad, la Villa Saboya elude una clasificación simplista; es sencilla y compleja, cerebral y sensual; cargada de ideas, las expresa directamente mediante figuras, volúmenes y espacios ´en determinada relación´; es uno de los momentos ´clásicos´ de la arquitectura moderna, pero también tiene afinidades con la gran arquitectura del pasado.

Una preocupación fundamental de la filosofía de Le Corbusier era que cierta visión de la vida contemporánea se le diese expresión mediante formas arquitectónicas de valor perenne, y en la villa Saboya se aprecian ecos de antiguos temas clásicos: el reposo, la proporción, la claridad y el sencillo arquitrabado.


Si la villa Stein / de Monzie en Garches repite el pavillon clásico francés como tipo, la villa Saboya representa con seguridad la reinterpretación hecha por Le Corbusier de la idea básica del templo griego, pero en los términos de la era de la máquina. Incluso puede sugerirse un recuerdo del Partenón, que tanto había obsesionado a Le Corbusier durante el voyage d´Orient: la procesión mecanizada que culminaba en un punto de entrada situada en el extremo opuesto del edificio tiene afinidades con el recorrido ceremonial que él había observado en la Acrópolis casi veinte años antes.

En sus tensas relaciones matemáticas y sus contornos preciosos, en su geometría clara y sus leves distorsiones ópticas, la villa Saboya invocaba también las cualidades que Le Corbusier había admirado en este prototipo clásico. Un pie de foto del capitulo de Vers une architecture titulado ´Arquitectura. Pura creación del espíritu´ podría aplicarse igual de bien al edificio antiguo y al moderno:

¿De que nace la emoción? De cierta relación entre los elementos categóricos: cilindros, suelo pulimentado, muros pulimentados. De una concordancia con las cosas del lugar. De un sistema plástico que extiende sus efectos sobre cada parte de la composición. De una idea que va desde la unidad de los materiales hasta la unidad de las molduras”


William J.R. Curtis_ La arquitectura moderna desde 1900 (Phaidon)





CASA MALAPARTE (1938-42) _ Curzio Malaparte | Adalberto Libera

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"Y ¿acaso el atractivo de la casa Malaparte con su repentino aparecer en lo hondo no se parece a un monstruo fósil, o tal vez sólo agazapado, en la punta inhóspita? 
 Todo el paisaje que la rodea, desde Tagara a monte Tiberio, posee una fijeza y una belleza ajenas a la medida y a la vida de los hombres. 
Pero como lugar testigo de la ausencia de todo latido, enreda la vida con la temida seducción del umbral postrero. En el estático mediodía, cuando incluso el abismo queda cancelado por la luz, el tiempo es únicamente demora incalculable."

LA ISLA DE LA ESFINGE (1983) FRANCESCO VENEZIA







...siempre me ha emocionado esta enigmática casa, refugio extremo proyectado sobre el mar, cuya inmensidad e intemporalidad forman parte de un paisaje que se proyecta en su interior.
Apasionante por su emplazamiento, cargado de sugerencias históricas de la mitología grecoromana, o por la teatralidad de su acceso, que nos hace pensar que estuvieramos asediando una fortaleza inexpugnable.

No menos apasionante es su promotor-arquitecto-poeta, Kurt Erich Suckert(Prato 1898-Roma 1957), que eligió el seudónimo Malaparte porque Napoleón se llamaba Bonaparte y terminó mal, autor de Kaputt (1944) y La pelle (La piel, 1949).

Tampoco nos podemos olvidar de la figura del maestro del movimiento moderno Adalberto Libera (Trento 1903-Roma 1963), que dada la excesiva intervención de Malaparte en la concepción del edificio, hizo que Libera solo hubiera preparado con su proyecto un escenario para que otro realizara una genialidad, en la que el hombre fuera infalible y temporal.






Curzio Malaparte encargó la obra a Libera a principios de 1938. Éste realizo un proyecto esquemático que fue presentado poco después para poder obtener la licencia de obras: una autorización rápida y discreta mediante la intervención de algún alto cargo.

El proyecto define la situación de la casa y la forma alargada sobre la roca de Punta Masullo. La construcción sigue un proceso largo, con muchos cambios durante la obra, debido a la difícil comunicación entre un arquitecto, ocupado al mismo tiempo en uno de sus proyectos más difíciles (el Palacio de Congresos) y un cliente decidido a afirmar su ideal de casa y a obtener un producto muy personalizado.




Emplazamiento y plantas Adalberto Libera (1938)





Modificaciones de Curzio Malaparte


La escalinata conduce directamente a la terraza solarium. Debajo,la casa se desarrolla en tres plantas de distinta longitud. En las dos inferiores se sitúan las habitaciones para los huéspedes. En la planta de arriba está el apartamento de Malaparte, en cierto modo el único importante.



La mitad de la superficie está ocupada por la gran sala de estar, la otra mitad se organiza a partir de un eje de simetría central (coherente con cierta metáfora náutica que recorre toda la casa)
que conduce de los dormitorios al estudio del escritor, ocupando éste la parte frontal de la casa.


El atractivo de la casa reside en su aparición como objeto concluido, orgánicamente cerrado en las relaciones de sus partes y al mismo tiempo directamente apoyado sobre el agudo perfil de la roca, estableciendo un sistema de relaciones con los elementos del paisaje circundante.






CASA MALAPARTE EN CAPRI POR FRANCESCO VENEZIA                1975

Libro editado por el Colegio Oficial Arquitectos de Cádiz_2001



La casa es toda de color rojo oscuro, excepto la vela del solárium que es blanca. Una escalinata conecta la casa con la pequeña bahía de abajo. Los materiales de construcción se transportaron por mar.En el libro de Curzio Malaparte «La piel» aparecen referencias autobiográficas a esta casa.

La Casa Malaparte es una elevación del terreno. 

Las imponentes gradas trapezoidales y el solárium coronan, al borde de Punta Masullo, la larga serpentina del sendero a media ladera y la estrecha y escarpada escalinata final.
La residencia se expande «por debajo» y de forma independiente, llenando el vacío entre el plano artificial y la línea natural del desfiladero rocoso. 




No hay comunicación alguna entre la residencia y el solárium: la entrada, ganada a un lateral, es irrelevante; incluso los conductos de ventilación están cortados al ras para eliminar de la imagen del espacio superior cualquier rasgo alusivo a una cubierta.



En esta total indiferencia del espacio superior hacia la residencia subyacente reside la clave para comprender la casa. Árida y roma por fuera, renuncia a funciones y signos efímeros. Franquea, enlaza, domina.


Prolongación artificial del enclave, forma expresiva de un acto de asentamiento primario.
Piedra de toque, como el «midi le juste» que separa dos momentos y mide las alternancias cíclicas. 
Lugar testimonial y por ello también lugar del recuerdo.




Las ventanas no desvelan el interior. Son cortes secos en los muros, órbitas de un monstruo fósil, o tal vez, sólo agazapado en la punta inhóspita. 

Es extraño, pero podría pensarse, incluso, que lo que se ve sea sólo la parte emergente, solar, de la casa y que el resto se adentrara, ahondando, en el cuerpo de la roca, hacia abajo, hasta el mar, a través de recovecos y grutas, entre paredes tornasoladas y bóvedas jaspeadas: exactamente igual que en la mítica conexión entre la Grotta Azzurra y la Villa imperial de Damecuta, brote de audaces infraestructuras en la linde imposible. 


El vínculo de casa Malaparte con la morada de Tiberio es sutil: lo que perdura en estas ruinas -más allá de la pérdida de las funciones, de la decoración, en parte de la estructura- es el programa constructivo basado en el predominio de la arquitectura «de apoyo» sobre la residencia. En Villa Jovis y más claramente, en Damecuta, la función de habitar queda constreñida en espacios cerrados, escondidos. Es secundaria. 

Los elementos de conexión con el paraje son los protagonistas: la logia-ambulatio(1),los miradores, bordes edificados del acantilado, miden lo temerario del acto de ocupación. 
Espacios de la «prestancia» en los que el programa prevalece sobre el diseño. Las mismas características están presentes en la casa Malaparte.



Las gradas y el solárium, que forman un todo, carecen de pretil. Un realce del borde, una moldura, marca el perímetro sobre el precipicio. La relación con la naturaleza no edificable del lugar queda acentuada por este «olvido funcional»: el carácter ritual prevalece sobre el doméstico, acogedor. 

El elemento blanco sobre el solárium es un velarium (2) que se desenrolla sobre su propio soporte cilíndrico y queda anclado al suelo: es una vela petrificada. 

Pero en el juego de las analogías existe otro vínculo para la casa Malaparte. Un vínculo de la memoria; el recuerdo de la estancia del escritor en Lipari. 

Iglesia de Lipari

La acrópolis de la isla que se yergue entre los dos mares, el carácter sagrado de la larga escalinata de acceso, la árida disposición de los objetos arquitectónicos sobre el plano artificial, lo imperturbable como «medida» de la volubilidad de la naturaleza circundante, son recuerdos que adquieren forma en la «casa como yo» de Capri. 

La casa se desarrolla en tres planos por debajo de las gradas, luego en dos; por último, en la parte final en un plano único: la residencia en el plano principal, una hospedería en el intermedio, algunas dependencias de servicio en el más bajo.
El plano principal, dispuesto en su totalidad por debajo del solárium, se subdivide en dos partes iguales (cada una de igual longitud a la de la escalinata): la primera parte la ocupa el amplio vestíbulo-sala, la segunda los dormitorios, los cuartos de baño y el estudio.




El programa funcional se basa en un eje de penetración principal cortado por ejes secundarios y en una progresiva segregación de los ambientes, y concluye en el estudio, Sancta Sanctorum de la casa. 




El elemento paradigmático de la planta es una «T» invertida, colocada entre la sala y los dormitorios: las dos direcciones de desarrollo se evidencian en el desdoblamiento de las puertas en el fondo y en las dos ventanas de los extremos del estrecho espacio transversal. El amplio vestíbulo-sala, pavimentado con losas de piedra gris dispuestas en opus incertum, se llena con la gran chimenea en cuyo interior se abre una ventana pequeña, sellada con un bloque de cristal de Yena. En invierno, el sol bajo del atardecer mezcla su luz con la de la llama. En las paredes laterales, cuatro enormes ventanas, levemente separadas del suelo, abarcan todo el arco del paisaje. 


FRANCESCO VENEZIA con GABRIELE PETRUSCH 


1 Concepto arqueológico latino. Significa un lugar o logia para pasear. 

2 Velarium: toldo




  Casa Malaparte 
  Punta Masullo, Capri, Italia. 1938-1942
  Curzio Malaparte | Adalberto Libera

ENLACES:


CASA MALAPARTE_Francesco Venezia por Roberto lombardi


DOMUS 605 / April 1980

DIARIO ABC

BIBLIOGRAFIA:


- Venezia, Francesco. Casa Malaparte. 
- Talamoda, Marida. Casa Malaparte. New York. Princeton Architectural Press. 1992.
- McDonough, Michael. Malaparte: Casa come me. Clarkson Potter. 1999.
- Delorme, Jean Claude. Architect’s Dream Houses. Abbeville Press. New York/London/Paris. 1994.
- Hejduk, John. "Casa come me". Domus 605, abril 1980.
- Muñoz, María Teresa. "La casa sobre la naturaleza". Arquitectura 269. (Publicación del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid).
- Savi, Vittorio. "Orfica, surrealista. Casa Malaparte a Capri e Adalberto Libera". Lotus International 60 "Abitare nell'architettura", octubre-diciembre 1988.
- Purini, Franco. "Casa Malaparte, architettura senza architetto?". Casabella 582, septiembre 1991.
- L'architecture d'aujourd'hui 689, octubre 1997.
- Dunster, David. 100 casas unifamiliares de la arquitectura del siglo XX. Barcelona. Gustavo Gili.
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